Embarcaciones primitivas
Hasta hace unos 11.500 años una capa de hielos perpetuos
cubría gran parte del continente europeo. El mar que conocemos
como Golfo de Bizkaia quedaba libre de este casquete
de hielo y en el litoral de ese océano Atlántico glacial
tuvo lugar un importante poblamiento.
En ese frío ambiente se desarrollaron las primitivas embarcaciones,
construidas con un armazón compuesto de ramas,
huesos y cornamentas que finalmente se forraban con pieles.
Avieno y Estrabón las mencionaron y su registro abarca desde
Escocia hasta Euskal Herria y el Finisterre gallego.
En la actualidad aún siguen siendo utilizadas este tipo de
embarcaciones por los pobladores del círculo polar ártico
debido a la escasez de materiales, las llaman kayak, umiak
o baidarka; pero insólitamente también en la más cercana
Irlanda perduran los curragh.
La glaciación en el Atlántico. Un grupo Inupiat, en su embarcación
de piel, se abre paso entre bancos de hielo durante la filmación
de una película para la cadena de televisión BBC. El documental
expone la teoría de los Doctores Bradley y Stanford (Instituto
Smithsoniano de Washington), conocida como la Solución
Solutrense y que se va abriendo paso en el mundo científico.
Se-gún esta teoría, hace 17.000 años grupos de europeos habrían
lle-gado a América del Norte desde la zona del Golfo de Bizkaia,
asentándose allí de manera estable. © José Lopez
Esta joya de oro del siglo I a. de C., encontrada en Broighter,
Irlanda, se conserva en el Museo Nacional de ese país y representa
un barco de cuero. Esta tipología corresponde a las descripciones
de las embarcacione. © José Lopez
La leyenda de Partholon. En el año 1136 el monje galés Geoffrey
de Monmouth escribía en latín las últimas páginas de su obra
titulada Historia Regum Britanniae. Monmouth relata cómo, en el
año 1484 antes de Cristo, una expedición de treinta naves vascas
llenas de hombres y mujeres, liderada por Partholon, fue capturada
en las islas Orcadas por el rey britano Gurguntius. Partholon
le informó que todos ellos eran Basclenses expulsados de sus tierras,
y que llevaban año y medio navegando en busca de un nuevo
lugar donde establecerse. Gurguntius, conocido como el Pacífico,
les ofreció la isla de Irlanda, hasta entonces deshabitada. En ella se
asentaron, y sus descendientes habitan Irlanda desde entonces. © José Lopez
Curragh, embarcación contemporánea, (la postal es de los
años 50) utilizada en las costas de Irlanda por los pescadores. Allí
siguen siendo muy populares y aún hoy se emplean para la pesca
artesanal en el litoral y para regatas a remo. El cuero se ha ido
sustituyendo por la lona embreada, sin alterar su rudimentaria
estructura ni su aspecto. © José Lopez
En 2001 miembros de la asociación Albaola construyeron una
embarcación hipotética experimental, compuesta de un armazón
de madera recubierto de cuero. Realizaron una navegación por la
cornisa atlántica desde Pasaia hasta Vigo, en la que se comprobó
la idoneidad de los materiales utilizados en la Antigüedad para
construir estas embarcaciones. © José Lopez
La última glaciación desde el espacio. En esta reconstrucción
se aprecian los hielos que cubrían gran parte del continente europeo
y la masa del océano Atlántico que quedaría libre de ellos
desde Europa hasta América del Norte, siendo la extensión de
agua del mismo mucho más reducida que en la actualidad. © José Lopez
Saint Efflam, Colmcille y Brendan fueron monjes celtas que
predicaron el cristianismo en los albores de la Edad Media, navegando
por el litoral Atlántico en embarcaciones de cuero. “Sant
Efflam” es el nombre de esta embarcación bretona del grupo “De
Navigatio”, que interpreta el tipo de barco utilizado por aquellos
monjes en sus desplazamientos. Aquí aparece en el mar del Golfo
de Bizkaia, durante una navegación desde Escocia hasta Galicia. © José Lopez
Leyenda en un mapa de Robert Dudley del año 1647, para la
obra Del’Arcano del Mare. © José Lopez
El Golfo de Bizkaia siempre se ha caracterizado por su mar
em-bravecida. Las navegaciones experimentales realizadas en la
costa vasca con embarcaciones de piel, notablemente más ligeras
que las de madera, han demostrado una perfecta adaptación a este
medio.
El relieve del fondo marino en el Golfo de Bizkaia origina, con
las corrientes dominantes y el régimen de vientos, el tipo de mar
que bate su superficie embravecido y peligroso. © José Lopez