El Batel, el último superviviente
El batel ha sido la más pequeña de las embarcaciones de
pesca de la costa vasca. Dotado de tres o cuatro tostas o
bancadas, ha servido para un sinfín de menesteres. Era la
embarcación personal del pescador, que le permitía seguir
faenando en las cercanías del puerto cuando las lanchas no
salían a la mar por cualquier motivo. Generalmente portaba
un sólo mástil; sin embargo, en algún caso, ha imitado la
doble arboladura de las lanchas mayores. En la primera
parte del siglo XX es adoptado como embarcación de ocio
en las localidades turísticas de la costa. A mediados de siglo
se abandona definitivamente el uso de la vela y empieza a
adoptar unas formas más ventajosas para la propulsión a
remo. Desde hace unos años se puede constatar que en la
bahía donostiarra hay un creciente interés por esta embarcación,
gracias a lo cual se ha recuperado la vela en varios
de los bateles tradicionales que todavía perduran.
Batel con la vela al tercio © José Lopez
Réplica de batel del siglo XIX en construcción, en el Centro
de Investigación y Construcción de Embarcaciones Tradicionales
Ontziola, de Pasaia. Esta embarcación está siendo construida dentro
de un programa de recuperación tipológica de las embarcaciones
vascas. © José Lopez
La colección Mutiozabal incluye varios planos de bateles,
desde finales del XVIII hasta principios del siglo XX. Gracias a ello
conocemos en la actualidad sus características y la evolución experimentada
en ese período. © José Lopez
Taller de los Gozategi en Orio. Jose Manuel calentando las
tracas, al vapor de la caldera, para el último batel construido por
carpinteros de ribera. Se realizó para el Untzi Museoa–Museo
Naval, de la Diputación Foral de Gipuzkoa, a partir de las plantillas
de una antigua embarcación de Orio. © José Lopez
Gracias a la dedicación de personas sensibles con la identidad
marítima, se han conservado bateles tradicionales de madera.
En la actualidad estas embarcaciones se emplean para la pesca
de-portiva y el disfrute del medio marino. © José Lopez
El interés suscitado por esta pequeña embarcación trasciende
más allá de Euskal Herria: la asociación bretona “ Défi du Traict ”
construyó en 2008 la primera réplica de un batel vasco del siglo
XIX, que bautizaron con el nombre de “Pasaia”.
© José Lopez
El batel era la embarcación utilizada para atravesar los estuarios.
Victor Hugo, a su paso por Pasaia, hizo célebre este oficio,
protagonizado en esta localidad exclusivamente por mujeres; al
ser éste un puerto dedicado en esa época al comercio de ultramar,
la mayoría de los hombres estaban embarcados. © José Lopez