La nao San Juan. Siglo XVI
Gipuzkoa posee la concentración más importante de dinteles
representando naves del siglo XVI. La extraordinaria
calidad de sus labras nos aporta una información muy valiosa
sobre las características de los barcos de esta época.
Gracias al descubrimiento y estudio del pecio de la nao
ballenera San Juan, de Pasaia, hundida en Red Bay en 1565,
conocemos los detalles de la construcción naval vasca del
siglo XVI. En esta época de expansión oceánica las rutas de
navegación son considerablemente más largas y es necesario
optimizar la capacidad de carga. El casco de la nao está
por primera vez exactamente predeterminado por el volumen
de las barricas estibadas para conseguir el mayor aprovechamiento
del espacio de carga. La nao alcanzará su
ple-no desarrollo en las dos rutas de mayor interés económico
de su tiempo: la Carrera de Indias y la Carrera de
Terranova.
Nao de tres puentes de Francisco de Elorriaga. La fabricó el
maestre Pero de Ochoa en Zumaia el año de 1585. © José Lopez
Nao de Bartolomé de Garro, construida en Zumaia por Cristobal
de Artadi y diez oficiales más en cinco meses, en 1573. © José Lopez
Velas de gavia. En esta época las velas de gavia, tanto de mayor
como de trinquete, están plenamente desarrolladas. La nueva
distribución de las velas facilitará la maniobra de éstas, especialmente
en las duras condiciones del Atlántico Norte. Optimización del volumen de carga. Las barricas correspondían
a un tamaño estándar, y tenían una capacidad de aproximadamente
225 litros. En la sección longitudinal de la nao podemos
apreciar que las barricas están perfectamente encajadas, sin dejar
espacios libres. No sólo se aprovecha así el espacio, sino que se
evita el peligro de un desplazamiento de carga durante las azarosas
travesías invernales del Atlántico. © José Lopez
Dintel de Orio que representa fielmente la nao vasca del siglo
XVI. Este relieve y otros más, distribuidos por el litoral de Gipuzkoa,
han servido de referencia para conocer las características de
este tipo de barco, y en especial para aclarar algunas incógnitas
re-ferentes a la obra muerta y arboladura de la nao San Juan. © José Lopez
Tamaño de nao y ballena. © José Lopez
Aumenta el puntal y el número de cubiertas y se incrementa
la superficie vélica por medio de las velas de gavia. Las duras condiciones
de la difícil ruta de Terranova requieren la reducción del
castillo de proa, con el fin de evitar el abatimiento con vientos
adversos. Por el contrario, la tolda o castillo de popa se prolonga
hasta el palo mayor. © José Lopez
Modelo de la nao San Juan, de Pasaia, hundida en 1565 en
Red Bay, Labrador. Este modelo es el resultado de años de investigación
del departamento de arqueología subacuática de Parks
Canada-Parcs Canada, tras la excavación llevada a cabo entre los
años 1978-1992. Se trata del tipo de barco oceánico del siglo XVI
que más información ha proporcionado a la comunidad científica
internacional. El San Juan era una nao ballenera de tamaño medio,
con una capacidad de 200 toneladas. En el modelo se puede apreciar
la distribución interior y sus tres cubiertas, que albergaban
aproximadamente unas mil barricas de preciado saín. © José Lopez