Tipos de embarcaciones
Analizando las diferentes fuentes de documentación podemos
concluir que las embarcaciones menores vascas comparten
la misma morfología y el mismo aparejo en cada
pe-ríodo; sólo se diferencian en el tamaño y, en cierta medida,
en las proporciones. Eran las técnicas de pesca las que
determinaban el tamaño de las embarcaciones, que se distinguían
entre sí por el número de bancadas. El espacio
en-tre bancadas era siempre el mismo. Así, la bonitera estaba
dotada de diez a once bancadas; la calera, de ocho a
nueve; la sardinera, de seis a siete; la más pequeña, el batel,
de cuatro. Este mismo patrón se ha mantenido, en términos
ge-nerales, a lo largo de los siglos, componiendo cuatro
grupos en los que el tamaño de la embarcación estaba relacionado
con actividades concretas.
Remos. La propulsión a remo ha sido la base del diseño de
las embarcaciones menores vascas. Estas embarcaciones estaban
concebidas generalmente para albergar el mayor número de remeros
posible. Los remos se confeccionaban generalmente de madera
de haya, y ocasionalmente de fresno.
© José Lopez
© José Lopez
© José Lopez
Timones. El timón en las embarcaciones menores vascas suele
ser desmontable, empleándose sólo durante la navegación a vela.
Además de servir para dirigir la embarcación el timón cumple la
función de plano de deriva, paliando la carencia de una quilla profunda
que evitaría el abatimiento lateral; es por ello que la profundidad
del timón sobrepasa el calado de la embarcación.
© José Lopez
© José Lopez
© José Lopez
Orzas. Navegando hacia el viento, el timón puede no constituir
un plano lateral suficiente para evitar el abatimiento. En estas
embarcaciones, de poca obra viva, se empleaba una orza lateral
sujeta en el exterior de la embarcación por la banda de sotavento,
reduciendo así su desplazamiento lateral.
© José Lopez
© José Lopez
Trainera de pesca. Trainera de pesca ezin da euskal arrantza-ontzien ohiko sailkapenean sartu. Hamabi bat metro zituen luze,
eta eskuarki bederatzi tosta izaten zituen. Proportzioetan eta profilean besteen desberdina zen. Sardina inguraketasareaz
harrapatzeko sortu zen, zeren eta horretan sardinetan erabili ohi zena baino ontzi bizkorragoa eta maniobratzeko
ahalmen handiagokoa behar zen. Ontzi mota honen arrakastak ekarriko zuen gure kostaldeko kontserba-industriaren
garapena. © José Lopez
Modelo de lancha bonitera, de cubierta estanca, con las velas
al tercio. © José Lopez
Sardinera. De unos ocho metros de eslora y seis a siete bancadas.
Pescaba la sardina cerca del litoral, utilizando redes de
en-malle. Como los demás tipos de lancha, además de su propia
espe-cialidad, ocasionalmente también realizaba otros tipos de
pesca. © José Lopez
Calera. De unos diez metros de eslora y ocho a nueve bancadas.
Sus dimensiones la hacían idónea para desplazarse con
se-guridad hasta las calas de pesca situadas en el borde de la plataforma continental, alejándose varias millas de la costa. Según la
estación se dedicaba a la pesca de la merluza, el besugo y, ocasionalmente,
el bonito. La calera era también la lancha que se
em-pleaba para el atoaje o remolque de los barcos. © José Lopez
Bonitera. De unos trece metros de eslora y de diez a once
bancadas. Su principal actividad era la pesca de túnidos durante el
verano, actividad en la que recorrían el golfo de Bizkaia a vela, en
pos de los bancos de bonito. A menudo se desplazaban lejos de la
costa, llegando a pasar varios días en el mar, desprovistos de cualquier
comodidad. También frecuentaban puertos asturianos o
cántabros, donde vendían el pescado. © José Lopez
Batel. De unos cinco metros de eslora y cuatro bancadas, esta
pequeña embarcación era empleada en la pesca costera en estuarios
y bahías. También se utilizaba para el paso de personas en las
rías, en ausencia de puentes. © José Lopez