En los inicios del siglo XXI la lengua vasca está en pleno proceso de
recuperación. Los grandes avances que ha conocido desde las dos
últimas décadas del siglo XIX, tanto en su desarrollo y modernización
como lengua, como en su uso y extensión social, han contribuido
a que la UNESCO la haya sacado de la clasificación de lenguas
en peligro y situado entre las lenguas en situación vulnerable.
Así pues, el euskera continúa necesitando del trabajo de la sociedad
y de las instituciones para llegar a ser una lengua de uso plenamente
normalizado.
Además de ser el idioma vehicular para muchos, la lengua vasca es
un auténtico tesoro que hunde sus raíces en la prehistoria y que, en
su estado primitivo, habría sido hablada por aquellos primeros grupos
de Homo sapiens que poblaron Europa. Sin ningún parentesco
conocido en el resto del mundo, merece ser tratada como Patrimonio
de la Humanidad.
En este conciso recorrido histórico se muestran su evolución y las
prohibiciones y obstáculos a que se le ha sometido, así como la
reacción de la sociedad para salvarlo en cada etapa de la historia.
19. El euskera es patrimonio de todos los vascos y la seña de identidad
cultural más marcada. Un tesoro conservado por este pueblo
de generación en generación y que, aun siendo a veces perseguido,
conoce hoy su máximo esplendor. Cartel de un festival en favor
del euskera en la plaza de toros de Pamplona, en 1979. 20. La lengua vasca es anterior a la aparición en Europa de las lenguas
indoeuropeas. Se desconocen sus raíces, no hay grupos semánticos
en donde englobarla, y no tiene rasgos comunes con ninguna
otra lengua en el mundo. 21. Peñas de Aia. 22. Los límites del euskera han ido retrocediendo a lo largo de la
historia. Inicialmente, por la presión de las lenguas indoeuropeas en
las Edades del Bronce y el Hierro. Posteriormente, tras la presencia
del latín, llegaría un periodo de recuperación, y un nuevo retroceso
ante el empuje de las lenguas romances. 23. Joaldunak de Ituren durante la celebración del carnaval de Ituren
y Zubieta. 24. En el calendario festivo de los vascos, el específico vocabulario
que nombra celebraciones y personajes sitúa al euskera en los rituales
de solsticio de épocas muy remotas. 25. En el siglo XX, las sucesivas persecuciones, prohibiciones y sanciones
tuvieron su punto más dramático en los años del franquismo. 26. La reducción del número de hablantes situó al euskera al borde
de la desaparición. 27. Más de 300.000 personas han aprendido euskera como segunda
lengua (fundamentalmente en la escuela o en el euskaltegi) en
los últimos 40 años.
Manual para aprender euskera de Itxaropena, Zarautz,1969. 28. Cartel de Eusko Ikaskuntza. Congreso de 2005. 29. Koldo Mitxelena Kulturunea es el indiscutible referente cultural
de San Sebastián, tanto por los eventos que en él se organizan durante
todo el año, como por las muestras de sus dos salas de exposiciones.
El centro, sede también de la Biblioteca de la Diputación
Foral de Gipuzkoa, debe su nombre al prestigioso lingüista, investigador
y defensor de la lengua vasca Koldo Mitxelena Elissalt. 30. Gracias al apoyo decidido de la población y a las instituciones,
el euskera ha estabilizado y aumentado su número de hablantes, y
la UNESCO considera su recuperación como uno de los mejores
ejemplos en el mundo. 31. La experiencia de recuperación del euskera y su divulgación a
otros pueblos del mundo es la línea de trabajo de Garabide, una organización
no gubernamental con sede en Eskoriatza que impulsa
la cooperación identitaria, cultural y lingüística, con comunidades
lingüísticas minorizadas del sur del planeta. Sus proyectos se centran
en América del Sur y con ella colabora la Universidad de Mondragón. 32. En 2002 se inauguró el Parque Cultural Martin Ugalde en Andoain,
un espacio que hoy agrupa las sedes de una treintena de entidades
y empresas vinculadas a la cultura vasca, con el fin de aprovechar
sinergias y lograr un trabajo más eficaz. 33. La pirámide demo-lingüística del euskera se ha invertido, y hoy
la base es mucho más amplia que hace décadas, puesto que la mayor
parte de sus 800.000 hablantes son jóvenes menores de 35
años: niños que han aprendido en la escuela (modelo D e ikastolas)
y jóvenes, hoy padres, que se alfabetizaron en euskaltegis.
Unos 300.000 lo habrían aprendido en la escuela o en las aulas, y
no por transmisión familiar.