La historia y la propia geografía de Euskal Herria han determinado
que el euskera sea una lengua con una rica variedad de dialectos:
ocho en el primer mapa elaborado por Louis Lucien Bonaparte en
1869 y cinco en la clasificación actualizada del filólogo Koldo Zuazo,
con sus subdialectos y variantes. Por eso, como en la mayoría
de los idiomas del mundo, se hizo necesario contar con una lengua
común para la educación, la escritura y los medios de comunicación. Tras años de estudios y debates, Euskaltzaindia propuso en 1968
el batua, el euskera unificado. Aunque las variedades dialectales se
mantienen en el habla de cada lugar, el batua, cuya gramática y normas
ortográficas fija y supervisa la Academia, es hoy la lengua de
uso en la literatura, la enseñanza y la vida pública.
261. Mapa lingüístico Carte des Sept Provinces Basques. El Principe
Louis Lucien Bonaparte (Thorngrove,1813-1891), realizó en 1869
la primera clasificación de los dialectos del euskera utilizando únicamente
criterios lingüísticos. Basándose en el trabajo de Manuel
Larramendi, este filólogo y lingüista distinguió ocho dialectos: Vizcaíno,
Guipuzcoano, Alto-navarro septentrional (Leitza, Bera, Ultzama…),
Altonavarro meridional, Bajo-navarro oriental (zona de Donibane
Garazi y Zaraitzu), Bajo-navarro occidental (Baigorri, zona
oriental de Lapurdi, Aezkoa), Suletino (al que estaría unido el roncalés)
y Labortano. En ellos apreció 25 subdialectos y 50 variantes. 262. Más de un siglo después, el panorama lingüístico ha cambiado
mucho, y la clasificación más actual es la del filólogo Koldo
Zuazo, que ha realizado otra categorización basada en los diferentes
modos de hablar. Zuazo considera que los dialectos se formaron
en la Edad Media, y hoy distingue cinco: Occidental, Central
(que incluye gran parte de Gipuzkoa y las zonas de Araitz, Larraun,
Imotz y Basaburua), variedad de Navarra (que llega desde Cinco Villas
a Aezkoa), Navarro-labortano (en la que se incluye el habla de
Baja Navarra, Lapurdi y Luzaide) y Suletino. Además, señala 11 subdialectos
y 24 variedades. 263. En el valle de Erronkari, el euskera ha pervivido en su forma
local hasta bien entrado el siglo XX. Fidela Bernat, de Uztarrotz, fue
la última persona que lo habló, y desapareció con ella en 1992. En
la actualidad, Erronkari ha logrado recuperar la lengua vasca (18 %
de sus habitantes) y los cerca de 80 niños del valle están escolarizados
en euskera batua. 264. Para muchos autores, ya desde el siglo XVI, la fragmentación administrativa
de Vasconia es la base de la diferenciación dialectal: la corona
francesa y la corona española, en el Setecientos, y hoy el estado
francés –con el Departamento de Pirineos Atlánticos–, y los territorios
vascos peninsulares en el estado español, en dos comunidades separadas:
la Comunidad Autónoma Vasca y la Comunidad Foral de Navarra. 265. En una geografía tan diversa como la de Euskal Herria, la orografía
ha tenido su importancia en el mantenimiento de hablas de
comunidades más aisladas. En otros casos es la misma orografía la
que acerca el habla de localidades administrativamente separadas. 266. Desde su fundación en 1918, Euskaltzaindia –la Academia de
la Lengua Vasca– promovió la unificación del euskera, recogiendo
la inquietud de muchos escritores que –desde Axular- propugnaban
una lengua literaria común. Las primeras propuestas –formuladas
antes de la Guerra Civil por Campion, Broussain o Azkue, entre
otros– no llegaron a concretarse, y en el convulso periodo entre
1936 y 1945, los trabajos se paralizaron. 267. Azkue propuso el guipuzcoano completado (gipuzkera osotua)
como base del euskara batua: una lengua que incluyera elementos
del guipuzcoano y del labortano, los dos dialectos más desarrollados
y con más tradición literaria. Orixe defendía que todos los dialectos
tuvieran la misma importancia, y crear una lengua unificada
exclusivamente literaria. Krutwig, por su parte, proponía como lengua
estándar el labortano clásico. 268. Las posturas a favor o en contra de una lengua unificada tuvieron
en la H un significativo caballo de batalla, llegando a ser el símbolo de
la ruptura con las posiciones más tradicionales. Usada en los dialectos
septentrionales y perdida desde el XVI en los meridionales, los partidarios
del batua defendieron la H aspirada, pues estaba en el origen de
muchas palabras, y finalmente consiguierFinalmente, fue el congreso de Euskaltzaindia en Arantzazu el
que en 1968 estableció las bases del euskara batua, tomando como
base el dialecto guipuzcoano-navarro y, en segundo lugar, las variantes
opcionales de los dialectos periféricos. Koldo Mitxelena fue
el autor de este primer proyecto. 269. Congreso de Arantzazu de 1968. 270. Finalmente, fue el congreso de Euskaltzaindia en Arantzazu el
que en 1968 estableció las bases del euskara batua, tomando como
base el dialecto guipuzcoano-navarro y, en segundo lugar, las variantes
opcionales de los dialectos periféricos. Koldo Mitxelena fue
el autor de este primer proyecto. 271. El lingüista Koldo Mitxelena (Errenteria, 1915-1987) es una de
las máximas autoridades en la lengua vasca y uno de los artífices
de su unificación. Creador de la lingüística vasca moderna y autor
de centenares de trabajos de análisis lingüístico, Mitxelena ejerció
la docencia en la Universidad de Salamanca y en la Sorbona, y participó
activamente en la creación de la UPV, y en la normalización
político-cultural del país. 272. El batua ha unificado la ortografía, los verbos y la declinación;
también los préstamos, el léxico, la pronunciación, el vocabulario
y la onomástica. El tiempo, el uso y el estudio han hecho que el
euskera batua tenga hoy un papel predominante en la educación, en los medios de comunicación y en la Administración, aunque a
nivel local se siguen utilizando los dialectos. Como señala Zuazo,
el batua y los dialectos no son antagónicos, sino complementarios. 273. En 1970, Luis Villasante sucedió a Lekuona al frente de Euskaltzaindia,
y realizó una importante labor como garante de los
acuerdos de Arantzazu, y como artífice de la unidad de la Academia,
imprescindible en aquel momento para consolidar una lengua
literaria.