La primera noticia sobre ollerías en este pueblo se la debo a José Ramón Arenaza, natural del mismo. Las ollerías estaban enclavadas en el barrio Puerta del Sol. Aún hoy día, a la casa donde estuvieron los talleres, la conocen con el nombre de «Las Ollerías». Luego se convirtió en posada del balneario cercano a donde venía sobre todo gente de Madrid, razón por la cual dieron al barrio el citado nombre de Puerta del Sol. El tataranieto del último ollero, Ignacio Azkoitia, me informa que sus ascendientes con el oficio de olleros procedían de Zalduondo. Este último ollero de Aretxabaleta fue Julián López de Munain.