En Euskal Herria una buena tierra para hacer vasijas que iban a ser expuestas al fuego erala que se usaba en las de Zubitza (Nafarroa), aunque también se hacían con este destino cazuelas y pucheros, con las tierras próximas a los alfares navarros de Irunberri, Lizarra, Marañon, etc. En Gipuzkoa asi como Araba y Bizkaia, no sabemos bien si también en Iparralde, pero creemos que si, al no disponer de buenas tierras para que soportaran el fuego, se traían vasijas fundamentalmente de Muelas del Pan y Pereruela, ambos pueblos de Zamora.
Dice el "Diccionario de Madoz" (1850) sobre Muelas del Pan:Industria y Comercio: Construcción de Vasijas de barro, que llevan a las Provincias Vascongadas y, aún a Francia, algunas veces.
L.L.Cortés, en Zephyrus, nº 2-3 (Salamanca) dice de Pereruela:
Lo más corriente es que el vendedor caiga en manos de los revendedores y no pasar de Zamora. Estos revendedores zamoranos son los que harán llegar los ductos de Pereruela hasta Galicia, País Vasco, La Montaña, Burgos y, en ocasiones Andalucía.
Allá por los años setenta hablamos en Muelas del Pan con José Martínez y Domingo Blanco, ambos dedicados en otros tiempos a la venta de vasijas y recordaban haberlas enviado con frecuencia a varios olleros de nuestro País: Sabino Ortiz de Zárate (Elosu), Miguel Arretxaga (Durango), Leandro Ganzabal (Ametzaga), Fructuoso Fernández de Larrinea (Elosu), etc.
De Muelas del Pan llegaban las vasijas en "bizcocho", esto es cocidas pero sin impermeabilizante alguno. Ya en nuestros alfares donde los impermeabilizan con la cubierta blanca estannifera y los volvían a cocer.
Nuestros informantes en este pueblo recuerdan haber conocido más de cien alfareras, pues eran las mujeres las que urdían las vasijas valiéndose de unos tornos muy primitivos, movidos a mano en el momento del ardido.
Los hombres eran los que se dedicaban a extraer las tierras, preparar el barro, cocer las vasijas una vez urdidas y venderlas. Este torno citado guarda semejanza con los utilizados en Pereruela, Moveros (Zamora), Poyastrue, Ordizia, etc.
Pero aunque de estos dos pueblos zamoranos procedían la mayor parte de las vasijas para el fuego, también se trajeron de los pueblos vallisoletanos de Arrabal del Portillo y de las Navas del Rey. A estas vasijas por lo general se les vidriaba por fuera y esmaltaba por dentro.