Ya desde sus comienzos el arte tomó derroteros distintos, tales como la escultura, el grabado, el relieve, la pintura etc. Podemos distinguir, de entrada, dos vertientes claras: el arte mobiliar y el arte rupestre.
El arte mobiliar o mueble es el realizado sobre objetos diversos tales como hueso, cuerno, plaquetas de piedra o cantos rodados. A veces se limita simplemente a dibujar representaciones no figurativas sobre instrumentos de caza, hechos en cuerno o hueso, tales como azagayas o arpones. Otras veces las representaciones se hacen sobre objetos colgantes. Otras sobre objetos no utilitarios, bien grabados sobre plaquetas de hueso o piedra, bien esculturas de piedra, hueso, cuerno o marfil.
El arte rupestre o parietal es el realizado sobre paredes rocosas, tanto de cavernas como al aire libre. En Gipuzkoa solamente conocemos arte parietal en cavernas. Los medios más empleados para ello son la pintura y el grabado. Esto es lo más común dentro del arte rupestre paleolítico de la Europa Occidental.
Entre las representaciones, tanto de arte mueble como de arte rupestre, las hay figurativas y no figurativas. Entre las primeras, las más abundantes son las que representan animales diversos de la época, tales como caballos, bisontes, uros, ciervos, renos, cabras monteses, sarrios y algunos carnívoros y peces. Menos numerosas son las representaciones humanas. Entre las no figurativas existe una variedad enorme de muy difícil interpretación. Pueden ser simples líneas longitudinales, quebradas en zig-zag, onduladas, estrelladas, cerradas formando triángulos, rombos u óvalos, etc.
Siempre ha sido deseo de los prehistoriadores poder relacionar las obras de arte mueble con las de arte parietal. Entre otras cosas, porque el primero puede ayudar a datar el segundo. En efecto, las piezas de arte mueble salen en los estratos de un yacimiento, asociadas a otros materiales que permiten la datación del estrato y por tanto de la pieza en cuestión. En cambio las figuras rupestres se encuentran en paredes por lo general independientes de los estratos del yacimiento, pudiendo pertenecer los artistas que las ejecutaron a cualquiera de los períodos del Paleolítico Superior. De ahí el interés y los intentos de relacionar ambas vertientes del arte. Así, mediante el análisis estilístico de las figuras, el arte mobiliar puede ayudar a datar el parietal.