LOS BALLENEROS
Tras las ballenas
Intimamente relacionada con los corsarios está la caza de las ballenas. Esta actividad se realizó antes que el corso, para desembocar después en el mismo.Los primeros corsarios en el País Vasco fueron balleneros que alternaban las faenas balleneras con las de saquear a los enemigos en los bancos de Terranova, respaldados por sus patentes de corso. Las presas hechas en bacalao, por ejemplo, eran para ellos un botín tan codiciado como las más lujosas sedas, el oro y los mejores vinos de los mercantes.
Vascos y cántabros parece que fueron los primeros cazadores de las ballenas, los inventores de la industria ballenera y como tales existieron organizadamente desde el siglo VII.
En un principio la ballena se cazó en las costas cantábricas, en campañas que se realizaban de octubre a marzo, cuando aquellas bajaban desde los mares helados del norte. La primera mención de la venta de una ballena aparece en 1509 en un documento en Baiona. Y más tarde están documentadas la recogida de huesos de ballena para utilizarlos en reparaciones y la aparición de tinajas para el depósito del aceite de ballena.
59. Peña del ballenero en Ulía. Donostia. Desde las atalayas de la costa, se descubrían las ballenas y se llamaba al pueblo a perseguirlas.
© Joseba Urretabizkaia
© Joseba Urretabizkaia
60. En un libro de bautizados de Zumarraga de 1526, aparece dibujada una chalupa con cinco remeros, el patrón al timón y un arponero, con una ballena apresada. © Joseba Urretabizkaia
Sin embargo, para el siglo XIV, la presencia de ballenas en la costa vasca empezaba a escasear y los vascos tuvieron que ir en su búsqueda hacia Irlanda y hacia Terranova.
Los últimos descubrimientos hechos en Canadá, relacionados con la frecuente toponimia vasca del lugar, las palabras vascas usadas por los indios y el estilo de arponear las ballenas atestiguarían que fueron los vascos los primeros en llegar y comenzar sus relaciones de buen trato con los indígenas. Y así, en la veintena del siglo XVI se empezaban a cazar ballenas en Terranova, aunque existen testimonios anteriores de la presencia vasca en aquellas tierras.
Los barcos se reunían en un lugar situado a cincuenta kilómetros entre Terranova y el Labrador, donde permanecían hasta finales de enero, época en la que la temperatura glacial les obligaba a suspender la marea. En estas campañas que duraban ocho meses, desde primavera hasta otoño, algunas naves balleneras volvían a casa sin las bodegas llenas, y otras no regresaban o perdían la carga a manos de los piratas.
Los últimos descubrimientos hechos en Canadá, relacionados con la frecuente toponimia vasca del lugar, las palabras vascas usadas por los indios y el estilo de arponear las ballenas atestiguarían que fueron los vascos los primeros en llegar y comenzar sus relaciones de buen trato con los indígenas. Y así, en la veintena del siglo XVI se empezaban a cazar ballenas en Terranova, aunque existen testimonios anteriores de la presencia vasca en aquellas tierras.
Los barcos se reunían en un lugar situado a cincuenta kilómetros entre Terranova y el Labrador, donde permanecían hasta finales de enero, época en la que la temperatura glacial les obligaba a suspender la marea. En estas campañas que duraban ocho meses, desde primavera hasta otoño, algunas naves balleneras volvían a casa sin las bodegas llenas, y otras no regresaban o perdían la carga a manos de los piratas.
61. Captura y caza de la ballena.
© Joseba Urretabizkaia
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62. Dintel de una casa de la calle Azara de Zarautz. © Joseba Urretabizkaia
Hacia mediados del siglo XVI, principalmente durante las décadas de 1570 y 1580, hubo un gran movimiento de vascos hacia Terranova, lo que hizo cambiar mucho la vida económica del País Vasco.
A partir de 1585, se inicia el declive de los balleneros vascos. En este año, fecha de inicio de la guerra con Gran Bretaña, comienza a requisarse un gran número de barcos para la Armada española, que no reunía una flota suficiente como para formar una gran escuadra. Tres años más tarde la derrota de la Armada española hizo que fueran ya pocos los que se dirigieran a la pesca en Terranova.
A partir de 1585, se inicia el declive de los balleneros vascos. En este año, fecha de inicio de la guerra con Gran Bretaña, comienza a requisarse un gran número de barcos para la Armada española, que no reunía una flota suficiente como para formar una gran escuadra. Tres años más tarde la derrota de la Armada española hizo que fueran ya pocos los que se dirigieran a la pesca en Terranova.
64. Pistola de rueda, siglos XVI-XVII.
© Joseba Urretabizkaia
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65. Arpones. © Joseba Urretabizkaia
A ello se sumó la paz de 1598 entre España y Francia. Inglaterra, Francia y Dinamarca se adueñaron políticamente de aquellas tierras y mares de América del Norte. Francia además envió un gobernador a Terranova. La situación no se arreglaría hasta el siglo XVIII, cuando en 1713 y en virtud del tratado de Utrecht, Felipe V hace que se pacte la libre pesca en Terranova a favor de los vascos. Aunque ya no había casi ballenas en aquellas tierras.
Los vascos reaccionaron recurriendo al corso de manera más sistemática. Años antes ya habían conseguido de Felipe II la patente para hacer frente a los piratas
Los vascos reaccionaron recurriendo al corso de manera más sistemática. Años antes ya habían conseguido de Felipe II la patente para hacer frente a los piratas
66. Costa de Iparralde. © Joseba Urretabizkaia
67. Mosquete de muralla, siglo XVI.
© Joseba Urretabizkaia
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